Popol Vuh
El
Popol Vuh es un libro que narra diversos acontecimientos de la cultura
Maya-Quiché, narra el origen del mundo y del ser humano, narra las aventuras de
dos semidioses con una estructura similar a la de la épica española y
grecolatina, finalmente narra la vida de los humanos creados, así como sus
costumbres, sus jerarquías sociales, sus relaciones entre ellos, sus rituales,
exaltando el poderío de la raza quiché. El libro está dividido en tres partes,
en la primera parte se observa la creación del mundo, los animales, las plantas
y del ser humano, el cual fue creado con barro en el primer intento, fue un
fracaso ya que no poseían entendimiento, siendo aniquilados por los dioses, en
un segundo intento los dioses hicieron a los hombres de madera, poblaron la
tierra pero un diluvio los destruyó, finalmente, en un tercer intento los
dioses tomaron el maíz y de él crearon al ser humano, esta vez lo habían
logrado, con el único inconveniente de que estos seres humanos buscaban
conocerlo todo, por lo que los dioses les mandaron un simple soplo que les
permitió ver y conocer hasta cierto punto; en la segunda parte se observan las
aventuras de Hunahpú y Ixbalanqué; finalmente la tercera parte narra la
fundación de los pueblos de los seres humanos hechos de maíz, así como su vida.
En
este libro se pueden observar distintas características que poseía la cultura
Maya-Quiché. Se puede observar la forma de creación de los primeros seres
humanos en el siguiente párrafo “De fierra hicieron la carne. Vieron que
aquello no estaba bien, sino que se caía, se amontonaba, se ablandaba, se
mojaba, se cambiaba en tierra, se fundía; la cabeza no se movía; el rostro
[quedábase vuelto] a un solo lado; la vista estaba velada; no podían mirar
detrás de ellos; al principio hablaron, pero sin sensatez. En seguida, aquello
se licuó, no se sostuvo en pie…” (Anónimo,
s.f.) .
Después de la creación y durante la destrucción de los hombres de madera se
puede observar la importancia que tenía la palabra en la cultura “Entonces vosotros
hablabais bien, nosotros no hablábamos. Sin ello no os mataríamos ahora. ¿Cómo
no razonabais? ¿Cómo no pensabais en vosotros mismos? Somos nosotros quienes os
borraremos [de la haz de la tierra]; ahora sufriréis los huesos de nuestras
bocas, os comeremos”: [así] les dijeron sus perros, mostrando sus rostros. Y he
aquí que a su vez sus ollas, sus vajillas de barro, les hablaron: Daño, dolor,
nos hicisteis, carbonizando nuestras bocas, carbonizando nuestras faces,
poniéndonos siempre ante el fuego.” (Anónimo,
s.f.) .
Se puede observar, durante la creación del hombre, la razón de los dioses de
crearlos “… ¿Cómo haremos para que nos nazcan adoradores, invocadores?...” (Anónimo, s.f.) , demostrando así que
los dioses de esta cultura buscaban la adoración de sus creaciones y que estos
los llamaran cuando los necesitaran, siendo todopoderosos y caprichosos y a la
vez buscando ser útiles, demostrando dualidad en su ser, siendo este un recurso
usado por varias culturas americanas; en la cultura Maya-Quiché se muestra que
hay una enorme conexión con los dioses ya que los seres humanos buscaban
adorarlos de varias maneras, realizando rituales, sacrificios, juegos e incluso
guerras en sus nombres; en el Popol Vuh se pone en manifiesto la cosmogonía de
la cultura Maya-Quiché, la cual es la narración mítica que pretende dar
respuesta al origen del universo y de la propia humanidad, en el siguiente
párrafo se puede observar el origen del mundo “Entonces salieron del agua las
montañas: al instante salieron las grandes montañas. Solamente por Ciencia
Mágica, por el Poder Mágico, fue hecho lo que había sido decidido [concerniente
a] los mentes, [a] las llanuras; en seguida nacieron simultáneamente en la
superficie de la tierra los cipresales, los pinares.” (Anónimo,
s.f.) ;
En el Popol Vuh se demuestra que los dioses estaban ahí antes que nada, no
había nada y ahí ya estaban los dioses, demostrado en el siguiente párrafo “No
existía nada edificado. Solamente el agua limitada, solamente la mar tranquila,
sola, limitada. Nada existía. Solamente la inmovilidad, el silencio, en las
tinieblas, en la noche. Sólo los Constructores, los Formadores, los
Dominadores, los Poderosos del Cielo, los Procreadores, los Engendradores,
estaban sobre el agua, luz esparcida. [Sus símbolos] estaban envueltos en las
plumas, las verdes; sus nombres [gráficos] eran, pues, Serpientes Emplumadas.
Son grandes Sabios. Así es el cielo, [así] son también los Espíritus del Cielo;
tales son, cuéntase, los nombres de los dioses.”.
Para
la cultura Maya-Quiché el Popol Vuh era un libro sagrado, relataba el origen de
los hombres y de la tierra, el origen de la creación, el cómo debían adorar a
los dioses y cuando adorarlo, relataba las acciones de los dioses y semidioses,
así como de miembros de su misma cultura, en este sentido es equivalente a la
Biblia para los católicos o al Corán para los musulmanes, demostrando la
importancia que este tenía para los Maya-Quiché.
La
importancia que tuvo este libro en Latinoamérica fue que permitió el estudio de
la cultura Maya-Quiché, permitiéndonos ver sus creencias, su vida, sus
rituales, sus tradiciones, sus mitos, sus leyendas, su historia, su manera de
ver el mundo, e incluso permite el estudio de su escritura y composición de las
historias, permitiendo ver una semejanza con las historias de otras culturas,
con la diferencia de que expresaba el origen del mundo y de los humanos. Cabe
destacar que antes de ser transcrito, el Popol Vuh era transmitido de
generación en generación de manera oral.
Referencias
Anonimo. (s.f.). http://www.samaelgnosis.net.
Obtenido de http://www.samaelgnosis.net/sagrados/pdf/popol_vuh.pdf
Anónimo. (s.f.). Popol
Vuh. Obtenido de http://www.samaelgnosis.net/sagrados/pdf/popol_vuh.pdf
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